Abrir una lavandería de autoservicio es una inversión que minimiza los costes de personal y ofrece un rápido retorno de la inversión (ROI). Además, a diferencia de otros, este tipo de actividad no se ve afectado por los altibajos de la situación económica.
Tenga en cuenta que los costes variables son iguales a los costes operativos de la actividad. Esta es una de las grandes ventajas de este pequeño negocio.
Para vivir cómodamente de esta actividad, recomendamos a nuestros inversores abrir varias lavanderías de autoservicio gradualmente. El beneficio que genera cada lavandería puede triplicarse entre el primer y el quinto año de actividad.