Si la frescura de las toallas nuevas desaparece, éstas parecen mantener el olor a humedad y la fibra se ha vuelto áspera, estás en el lugar indicado. Aquí hay algunas instrucciones simples para lavar bien tus toallas y preservar su suavidad durante el mayor tiempo posible.
¿Qué programa de lavado utilizar?
El programa ideal dependerá de la naturaleza del tejido. La mayoría de toallas son fabricadas con algodón: por lo tanto se habrá de utilizar el programa “algodón”* y elegir una temperatura de ciclo de menos de 40 grados.
- 60° es el ideal para toallas blancas.
- 40° es el indicado para las toallas oscuras, para evitar que se manchen más.
Lava las toallas separadas del resto de la colada.
Verifica que no contravienes ninguna de las indicaciones de lavado de las etiquetas de las toallas. Para entender los símbolos que figuran en ellas, consulta nuestro artículo: El significado de las etiquetas de lavado.
Si tus toallas no son de algodón, evita las temperaturas superiores a 40º.
*Si no tienes programa de ‘Algodón’, utiliza el programa ‘Blando/Color”.
¿Cómo secar las toallas?
Si usas nuestras instalaciones de lavandería, seca las toallas de algodón a altas temperaturas en las secadoras proporcionadas, pero no más de 5 minutos. El exceso de secado dañará la fibra textil. Seca las toallas al aire libre en una habitación bien ventilada y evita la luz directa del sol (que endurecerá las toallas).
Si las toallas son de lino o tienen una tira decorativa, sécalas al aire libre o en secadora a baja temperatura.
¿Cómo mantener las toallas suaves?
Envolverse en una toalla áspera no es agradable: los consejos a continuación servirán para preservar la suavidad de una toalla durante más tiempo. Pese a esto, si la toalla está demasiado dañada, lo mejor es cambiarla.
Para evitar depósitos de cal en el circuito de agua y las fibras textiles de sus toallas, nada mejor que un poco de vinagre de cocinar o bicarbonato de sodio. Añadir directamente en el tambor o en la bandeja de detergente en la lavandería.
Por supuesto, se recomienda agregar un suavizante en la lavadora, para hacer la tela tan suave como sea posible.
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